Cuatro meses después, Kōta se recupera completamente de sus heridas y la vida de los protagonistas vuelve a la normalidad. Gracias a la vacuna de Arakawa, la población mundial está a salvo del virus diclonius. En un giro inesperado para el carácter de la historia, se descubre que varios personajes presuntamente muertos han sobrevivido, como Bando, que se reúne con Mayu en la playa de Kamakura. Por otro lado, Yuka y Kōta confirman su relación. Unos diez años más tarde, Kōta, acompañado de la hija que tuvo con Yuka, Nyu, vuelve como cada año durante el festival de verano al bosque donde conoció a Kaede. En esa ocasión, su hija encuentra enterrada una nota que la diclonius le dejó el verano en que se conocieron cuando eran niños, en la que le declaraba su amor. En ese momento aparecen unas gemelas apellidadas Kaede buscándolo, insinuándose que las personalidades de Kaede y Nyu se han reencarnado[/font